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La Relatoría sobre Derechos Humanos de las Personas Privadas de Libertad de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) realiza, desde ayer (21) y hasta el domingo (25), una visita a Chile para inspeccionar los centros carcelarios de la Región Metropolitana de Santiago, de Valparaíso y de la Región del Libertador General Bernardo O’Higgis. La Comisión también va a encontrarse con altas autoridades del Estado y con representantes de la sociedad civil.
La Comisión pretende recibir informaciones y observar la situación de derechos humanos de las personas privadas de libertad. La delegación está constituida por el relator de Derechos de las Personas Privadas de Libertad, Dr. Florentin Meléndez, y de representantes de la Secretaría Ejecutiva. Después de la visita, la delegación va a participar de la Segunda Reunión de Autoridades Responsables de Políticas Penitenciarias y Carcelarias de los Estados Miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), que tendrá lugar del 26 al 28 de agosto, en Valdivia.
Datos de abril de 2008, del Centro Internacional de Estudios Carcelarios del King’s College de Londres, señalan a Chile como el país que tiene la segunda tasa más alta de presos por habitantes de América del Sur, perdiendo sólo ante Surinam. En Chile, son 279 presos por cada 100 mil habitantes. Por su parte, en Surinam la tasa llega a 356 por cada 100 mil habitantes.
En número de presos, Chile queda en cuarto lugar en América del Sur, lo que sorprende por el hecho de que el país posee menos habitantes que países como Perú y Venezuela. Brasil, Colombia y Argentina ocupan las primeras posiciones respectivamente. Chile cuenta con 149 presidios, con capacidad para 27 mil presos, correspondiendo a un nivel de ocupación del 155%.
El estudio también muestra que la tasa de presos tiene tendencia creciente en Chile, mientras revela una cierta caída en Surinam en los últimos años. En 2006, la ex-colonia holandesa aparecía con una tasa de 437 por cada 100 mil habitantes; en 2007, el número bajó a 356. Por su parte, la tasa del país andino subió de 212 a 240 entre 2006 y 2007.
Las estadísticas policiales y judiciales vienen demostrando un aumento significativo en la tasa de mujeres presas. Hasta abril de 2008, las mujeres constituían el 10,3% de la población penal de Chile, eran 3.553 reclusas y 6.325 condenadas con penas alternativas. A lo largo de las últimas décadas ese número viene subiendo. En el año 1980, ese nivel era de 3%; y en 1998 ya alcanzaba el 7,7%.
En los últimos dos años, la mayoría de las detenciones femeninas realizadas por investigaciones corresponde a delitos contra la propiedad, alcanzando el 30% de las detenciones totales en ambos años. Aumentó también el porcentaje de mujeres atendidas por la Defensoría Penal Pública. En 2003, las mujeres representaron el 11,3% del total de detenidos atendidos por la defensoría. En 2005, ese índice ya llegaba al 15,4%.
Traducción: Daniel Barrantes
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¿Qué está pasando realmente con nuestro país?
Por Alejandro Valenzuela
Estamos frente a una situación que nos gustaría fuese incluso impensada, pero no es así. Todos tenemos atisbos de lo que sucede tanto en las noticias como en las mismas calles, sabemos que ya no se puede uno fiar ni de mujeres embarazadas, que existen casos donde ocupan esta situación corporal para ser miradas de manera menos ofensiva y lograr cometer delitos pasando desapercibidas, también “minusválidos”, personas de la tercera edad y para que hablar de menores de edad, que ya son clientes frecuentes de patrullas o juzgados de policía. Y debido al aumento importante en los dineros destinados al sistema carcelario desde 1990 a la fecha, es que pienso que el problema afronta otro tipo de variables, como el incentivo de privados por la contratación de presos (en los mismo recintos penitenciarios), hasta la distribución de sueldos y en conjunto con la calidad de vida de todos los involucrados. No puede ser que muchos, por no acaparar a todos, sientan estar como un preso más, cuando se supone que su labor es resguardar a estos mismos. Ya que esto, por distintas variables, es un incentivo directo a que el sistema no funcione y se produzcan complicaciones tan graves como la falta de fiscalización. ¿o en las cárceles se desarrollan las habilidades de mago? ¿o ahora las celdas vienen con un pack de celulares y otros objetos?, que son además de inadecuados para el castigo que están recibiendo, bastante peligrosos en las manos de personas (que un niño podría deducir) lamentablemente no poseen la mejor educación.
1 comentario:
Alejandro, creo que es muy cierto que el ladrón ya no tiene como una caracteristica que se le pueda reconocer. Recuerdo que antiguamente el que andaba con los pantalones muy anchos, era un presunto ladrón. Sin embargo, ahora los podemos ver hasta de ternos y en las mejores comunas.
La solución pasa mas alla de inspeccionar cárceles y preocuparse de simples detalles. Creo que la justicia debe actuar y hacerse respetar. Soy una de las personas que cree que todo ser humano reacciona frente a incentivos o bien castigos duros. Yo le digo si a la pena de muerte, es la unica forma que el delincuente tenga miedo y se mida al momento de actuar.
No gastemos plata en remodelar lugares donde esta gente que no aporta en nada a la sociedad. Mejoremos las escuelas y ataquemos los problemas de raíz!
Saludos
Matias Parker
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